sábado, 20 de junio de 2015

El buen ejemplo de Pedro García Aguado

Leo en El País que Pedro García Aguado fue sometido a una encerrona en un programa televisivo que, al parecer, va de meter en líos a personajes famosos. Bueno, no he visto nunca el programa (tampoco tengo intención de hacerlo) así que espero no haber errado mucho en su descripción.



Bueno, el caso es que llevaron a Pedro García Aguado al botellón de Granada y el resultado puede verse (sin necesidad de ver el programa completo) en este vídeo. Ruego verlo antes de seguir leyendo.



La conclusión me parece bastante clara: es totalmente inadmisible desde una perspectiva de Salud Pública que haya una parte de la población que mantenga una actitud tan de rechazo ante la "postura oficial" de la que Pedro García Aguado es un claro ejemplo. Con la mirada puesta en la abstinencia como si se tratara de una gran virtud que todo el mundo debiera poseer, y con una clara mirada paternalista, moralista y estigmatizante ante quienes parecen querer desertar de poseerla, los excesos de la prevención del consumo han generado más daños de los que querían evitar. No sólo no han conseguido su objetivo sino que han generado actitudes hostiles que deberían hacernos reflexionar. La prevención del consumo debe estar claramente enfocada hacia ciertos colectivos (menores, mujeres embarazadas, conductores de vehículos profesionales o no, etc.). Pero, para otros colectivos, insistir en lo mismo no es bienvenido. Cuando la opción de consumir es una realidad, la abstinencia puede ser una opción en determinados casos pero, en otros, habrá que minimizar el impacto potencial que pueda tener el consumo. Y es ahí donde la reducción de riesgos y daños se ha de potenciar.

Imaginad cualquier profesional (de cualquier ámbito) que, como la persona del ejemplo, es visto tan negativamente por sus potenciales clientes o beneficiarios de su labor. ¿Qué pensaríamos de él? Bueno, que cada cual escoja su respuesta. Pero si nos imaginamos a Pedro García Aguado como aquel que también sabe dar buenos consejos sobre cómo mantener el consumo bajo control, hablando claramente de sus placeres pero también de sus riesgos, dando pistas sobre cómo actuar cuando se presenta un problema, y todo ello desde una actitud cercana y de colaboración, igual lo habrían cogido en volandas y el botellón le hubiera hecho la ola.

Para aprender más del ejemplo, pueden verse más vídeos en la web del programa.

Y aquí dos noticias sobre las reacción del Ayuntamiento de Granada:



1 comentario:

Symp dijo...

Me parece un buen texto y una acertada reflexión, empañada por el miserable de Pedro Aguado.

Recuerdo cómo este tipejo fue labrando carrera haciendo de público grosero en algunos programas -precisamente que tocaban la reducción de riesgos con profesionales del tema- en los que saltaba a increpar a quienes no somos partidarios de la abstinencia forzosa ni de los soplapollas como él.

Realmente me hubiera gustado ver como a este tipo le dejaba solo entre tanto joven libre de acción, ya que está demasiado acostumbrado a poder abusar de adolescentes mientras cobra por el show, con la excusa de la TV.

Creo que alguien debería echar un vistazo a la estructura psíquica de semejantes ejemplares antropomorfos pero de dudosa humanidad: tal vez no estemos más que alimentando, de nuevo, el espejismo de grandeza de un pobre diablo. Antes se hizo con el deporte y ahora que dejó de ser un yonki (juajuajua) se hace poniéndole de ejemplo de "intervención psico-educativa" en prime-time.

Creo que a Pedro García Aguado hay que hacerle lo que a la mayoría de la gente: dejar que se las tengan que entender, de igual a igual, con los que ha tratado hasta ahora.

Es un prueba que pocos pasan.
Él no, desde luego. No sin guardaespaldas.

Drogoteca.