martes, 22 de enero de 2013

¿Realmente el 45% de los fallecidos en carretera iba bajo los efectos de las drogas?

Llevo bastante tiempo preguntándome si la cifra de condutores fallecidos en accidente de tráfico que, en 2011, dieron positivo a alcohol, medicamentos y/o drogas en el análisis forense, nada menos que el 45%, es totalmente correcta. Y la duda se me recrudece un tanto cuando esta cifra se ha convertido en una de las principales justificaciones para la campaña de sensibilización puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico (DGT) desde Julio del pasado año e intensificada en estas pasadas fiestas navideñas.






Según la propia DGT, la campaña se pone en marcha con el objetivo de "reducir los accidentes de tráfico provocados por el consumo de drogas al volante y crear mayor conciencia de los riesgos que supone conducir habiendo consumido drogas". Con el eslogan de "Si consumes drogas y conduces, la víctima no solo eres tú", la campaña incluye la realización de controles aleatorios en todo tipo de vías, días y horas y, para aquellas personas con resultado positivo en la prueba, la aplicación de una sanción administrativa (500 euros y pérdida de 6 puntos) o penas de cárcel de 3 a 6 meses. Según la DGT, "si ningún conductor circulara tras haber consumido drogas, se podría evitar la muerte de al menos 480 personas al año".

Desconozco de dónde sale el dato de "480 personas al año" cuando, según la
Memoria 2011 del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses: Víctimas Mortales en Accidentes de Tráfico en ese año el número de conductores fallecidos con resultado positivo a alcohol, medicamentos y/o drogas fue de 316. Pero lo que más duda me genera es si realmente esas 316 personas fallecidas y que dieron resultado positivo en el análisis forense realmente representan al 45% del total de fallecidos. Paso a explicar por qué.

En la Memoria antes citada se recogen los análisis realizados a 702 conductores de los 1.292 que hubo ese año según el informe "Las principales cifras de la siniestralidad vial. España 2011" (p. 52); o sea, al 54,3% del total. De estos 702 conductores fallecidos, 316 (45,01%) presentaron un resultado positivo en sangre a drogas y/o psicofármacos y/o alcohol (tasa superior a 0,3 g/l):



Estos datos fueron ampliamente difundidos en su momento. De esta difusión, rescato una nota de prensa del propio gobierno que llevaba el siguiente titular: "El 45% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico en 2011 estaban bajo los efectos del alcohol, drogas o psicofármacos". Así, se nos traslada la idea de que casi la mitad de las personas fallecidas en 2011, lo hicieron en alguna medida por ir bajo los efectos de estas sustancias. Pero la gran pregunta es, ¿fue esto realmente así?

Esta pregunta me asalta cuando miro detenidamente el informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) que se realizó, recordemos, sobre 702 conductores de los 1.292 fallecidos en 2011. En este documento no se especifica en ningún momento cuáles fueron los criterios de selección de los casos para su estudio por lo que no es posible asegurar que se realizara una asignación aleatoria de todos los fallecidos al mismo y, por tanto, tampoco puede asegurarse que los datos obtenidos sean generalizables al total de conductores fallecidos. Si la asignación de las personas fallecidas a su estudio por el INTCF se hubiera realizado al azar (esto es, si todas las personas fallecidas hubieran tenido la misma probabilidad de ser incluidas en el estudio), los resultados obtenidos podrían ser generalizables al total de personas fallecidas puesto que podríamos considerar que esas 702 personas eran representativas de las 1.480 fallecidas. Sin embargo, al no especificarse si esta asignación se produjo aleatoriamente, es posible dudar de tal representatividad. En el propio informe tan solo se especifica que "los datos que se expresan en esta publicación provienen de los asuntos recibidos en nuestro Instituto, si bien no todos los accidentes de tráfico con víctimas mortales ocurridos en España se comunican y analizan en el INTFC" (p.2), pero en ningún lugar se explica el por qué.

Más duda me sobreviene al leer el trabajo "Ingesta moderada de alcohol y prueba del etilómetro: Evolución de la concentración de etanol en aire espirado tras consumo moderado de alcohol siguiendo el rito social" (2005), realizado por Jesús Barquín Sanz y Juan de Dios Luna del Castillo, profesores titulares de Derecho Penal y de Estadística e Investigación Operativa, respectivamente, de la Universidad de Granada. Al abordar la cuestión de los datos ofrecidos por el INTCF sobre los conductores fallecidos en 2003 con resultado positivo a alcohol se refieren a "un dato muy relevante que nunca se menciona: tanto en éste como en otros informes equivalentes, sólo se toman en cuenta los conductores fallecidos que han sido efectivamente investigados; es decir, aquellos de los que el médico forense que practicó la autopsia solicitó un análisis de etanolemia. Esto significa que existe un filtro previo que elimina un porcentaje alto de casos en los que los datos disponibles para el forense llevan a éste a descartar a priori la presencia de etanol en la sangre del conductor" (p. 6). Si tomamos esto como cierto, el cálculo del porcentaje de conductores fallecidos con resultado positivo en 2011 no debería hacerse tomando en consideración el total de 702 casos investigados por el INTCF sino el total de 1.292 conductores fallecidos en 2011 puesto que en 590 casos ya se habría descartado a priori la presencia de alcohol, drogas y/o medicamentos por parte del médico forense. Así, el porcentaje total de conductores fallecidos con resultado positivo se quedaría en un 24,5%.


Por otra parte, mientras que el 45% de los conductores fallecidos estudiados en el INTCF dieron positivo a alcohol, drogas y/o psicofármacos, un estudio realizado en el marco del proyecto europeo DRUID encontró una prevalencia del 16,06% de conductores con resultado positivo en alcohol, drogas y/o medicamentos. En efecto, el estudio "Presencia de alcohol, drogas y medicamentos en conductores españoles", realizado por la Dirección General de Tráfico y publicado en Julio del pasado año, encontró que el 83,04% de los conductores a quienes se realizó la prueba de alcohol y drogas obtuvo un resultado negativo. En los conductores con resultado positivo, el cannabis fue la droga más detectada (en el 6,55% del total de conductores), seguida por el alcohol en cantidad superior a la permitida (en el 4,63% del total de conductores). Para el resto de drogas, el porcentaje de conductores con resultado positivo fue bajo: cocaína (1,64%), benzodiacepinas (1,28%), opiáceos farmacéuticos (0,13%), anfetaminas (0,10%) y opiáceos ilegales (0,05%). En el 0,60% se detectaron varias drogas y en el 1,98% se detectó una combinación de alcohol y drogas. Tal discrepancia entre los resultados en fallecidos y los obtenidos en controles aleatorios en carretera también nos puede hacer pensar que los datos aportados por el INTCF no debieran haberse presentado de manera tan categórica como se ha estado haciendo en los últimos tiempos. Al menos debería haberse explicitado que se trataba del 45% de los fallecidos investigados y en ningún momento haber ofrecido el titular antes citado ("El 45% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico en 2011 estaban bajo los efectos del alcohol, drogas o psicofármacos").

Hasta aquí tan sólo presento una duda razonable sobre ese dato del 45%. Quizá mi duda quedaría totalmente subsanada de encontrar otra explicación al hecho de que no todos los conductores fallecidos sean investigados en el INTCF y que dicha razón no invalide la capacidad de generalización de sus hallazgos al total de conductores fallecidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece un dato bastante interesante, he llegado aquí desde google y me parece bastante interesante todo lo que hablas en este blog.

Saludos.