lunes, 17 de junio de 2013

Alcohol, menores y ¿cortinas de humo?


Los últimos meses estamos viendo cómo los medios de comunicación se llenan de noticias sobre el consumo de alcohol por parte de adolescentes (algunas falsas) y de las medidas que el Gobierno está dispuesto a adoptar para frenar dicho consumo. Sin embargo, hay movimientos del Gobierno que están pasando absolutamente desapercibidos y que merecen ser atendidos urgentemente.



Que si los y las adolescentes beben en exceso, que si lo hacen de maneras estrambóticas, que si los padres de hijos e hijas reincidentes en las intoxicaciones etílicas que terminan en el hospital serán multados, que si se establecerá la obligación a la industria alcoholera de modificar su etiquetado para incluir advertencias sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol, etc., etc. Todas estas noticias y medidas han ocupado páginas y páginas en los medios de comunicación durante los últimos meses coincidiendo con la elaboración de una Ley para la Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores de Edad.

La Ministra de Sanidad, Ana Mato, ofreció algún esbozo de la futura ley a primeros de Abril y señaló cuáles serían sus tres objetivos en el ámbito normativo: elevar la edad de inicio, dificultar el acceso de los menores de edad al alcohol y armonizar la legislación con el resto de países de nuestro entorno. Asimismo, se anunció que la Ley contendría un conjunto de medidas dirigidas a limitar la publicidad del alcohol para evitar que incida en los menores.

A finales de este mes, el Ministerio publicaba una nota de prensa en la que se daban algunos detalles más sobre la futura Ley con motivo de la reunión que la Ministra de Sanidad tuvo con "once científicos, catedráticos e investigadores convocados por el Plan Nacional sobre Drogas para asesorar al Ministerio en la elaboración de esta norma" (remito a la nota de prensa a quien tenga interés en conocer los nombres de los participantes en la reunión). De dicha nota de prensa rescato los puntos esenciales que contendrá la futura Ley:

  • Por primera vez en España, una Ley "unificará a los 18 años la edad mínima para el acceso al alcohol".
  • La intención última es "alcanzar el consumo cero de alcohol en menores".
  • Se estudia incluir medidas como el "establecer, de forma obligatoria, para el personal que dispense bebidas alcohólicas, cursos de formación específica" o el "incorporar leyendas o rótulos que recuerden la prohibición del consumo de alcohol por parte de menores de edad en los envases y promociones de las bebidas, así como en los establecimientos de venta de alcohol".

Pero una de las principales medidas que contemplará la futura Ley será la de "la prohibición, con carácter general, del consumo de alcohol por parte de menores de edad, así como la venta y dispensación de bebidas a menores". Es decir, que junto a la prohibición ya existente de venta o dispensación de bebidas alcohólicas a menores, la futura Ley pretende introducir la prohibición del consumo de alcohol a los menores.

En mi opinión se trata de la medida más polémica de todas las contempladas en la futura Ley y que ha pasado totalmente desapercibida por los medios de comunicación. Mientras se lanzan noticias sobre el "tampodka", el "eye-balling", los "oxy-shots", las sanciones a padres de adolescentes que terminen en urgencias repetidas veces, etc., poco se habla de una medida que supone un tremendo paso atrás en la prevención de los problemas asociados al consumo de alcohol y que plantea muchas dudas: ¿se podrá multar a un menor que beba en su casa? si ya existen algunas normas que prohíben el consumo en la vía pública, ¿se multará doblemente a un menor sorprendido bebiendo en la calle? Si no se ha sido capaz de frenar la venta y/o el suministro de alcohol a los menores mediante una prohibición expresa, ¿cómo ahora se podrá hacer cumplir dos normativas? ¿cuánto costará la implantación de esta medida? ¿se crearán unidades específicas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que hagan cumplir la Ley? ¿Qué efectos no deseados puede acarrear esta norma? Pensemos que la gente puede no obedecer una norma simplemente porque una Autoridad la disponga. En algunos casos, los comportamientos tienden a ocultarse aún más y, en caso de haber problemas, ¿los menores se expondrán a la posibilidad de una sanción si acuden a un centro de emergencias por encontrarse mal tras haber bebido? Algunos sí lo harán pero otros preferirán no avisar a una ambulancia o ir a urgencias para evitar ser castigados.

Con todo, empiezo a pensar que tanta noticia en los medios de comunicación bien podría ser una cortina de humo para evitar entrar en lo más polémico de la futura Ley y, a la vez, evitar que comiencen a levantarse voces contrarias a tal medida. Porque, de no ser así, igual un buen día nos enteramos de que el consumo en los adolescentes está prohibido sin saber bien cómo esto ha podido llegar a ser así.

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